Un grupo de investigadores y amantes de la historia se dio cita en Iznatoraf y puso en valor el importante patrimonio artístico y cultural con el que cuenta el municipio y sus posibilidades de futuro. Entre ellos un torafeño ilustre, el diplomático José Cuenca.
Amantes de la historia analizaron el pasado y el presente de Iznatoraf para definir, así, un mejor futuro que permita explotar los recursos con los que se cuenta de forma sostenible. Un encuentro con las raíces, una forma de hacer valer el camino que esta población ha seguido gracias a la multitud de culturas y civilizaciones que se fijaron en este estratégico espacio a poco más de mil metros de altitud ,sobre un montículo que procuraba a sus moradores una situación de privilegio frente a los posibles enemigos. Para hablar de todo ello se celebran las jornadas “Historia y patrimonio: de la medina a la ciudad renacentista”. Se trata de una apuesta de la Red Cibeles que,desde la Universidad de Jaén, pretende poner en valor la historia de los pequeños pueblos de la provincia con actividades de calidad cultural, como puso de manifiesto la coordinadora, María Eloísa Ramírez de Juan, profesora de la UNED. La actividad contó con la colaboración del Ayuntamiento y un completo equipo de historiadores, profesores e investigadores.
La cita comenzó con la visita a la almazara de Iznatoraf, perteneciente a la Cooperativa San Isidro, donde hubo una degustación de aceite de oliva en lo que se denominó “desayuno rural”. En cuanto a la inauguración contó con la intervención del alcalde, Pedro González; la coordinadora y el coordinador científico, profesor de la UJA, José Miguel Delgado, quien explicó el trabajo desarrollado desde la Red Cibeles y el cumplimiento de la meta de la Universidad jiennense, por la que se persigue la apertura del conocimiento y la actividad a toda la sociedad jiennense.
La conferencia inaugural llegó con las palabras de un torafeño ilustre, José Cuenca, hijo predilecto de la villa, quien acaparó la total atención de cuanto dijo y contó sobre su importante vida profesional y la necesaria unión a su tierra. Incluso utilizó puentes como la literatura, a la que dedicó, en su faceta de escritor, varios trabajos sobre estos contornos, en especial del parque natural. El “embajador Cuenca” afloró su memoria sobre la Iznatoraf que recuerda, las primeras calles y gentes que vieron sus ojos y donde conoció historias increíbles sobre leyendas populares que hoy siguen vigentes. Las ponencias continuaron con José Luis Gómez, catedrático de Historia Moderna en la Universidad de La Rioja, quien disertó sobre las “claves para interpretar la ciudad en época preindustrial”. Continuó Pedro Martínez, hijo adoptivo de la villa y autor del libro dedicado al fuero de Iznatoraf. Su conferencia versó sobre este importante documento, clave en la historia del municipio. Luego intervino otro hijo adoptivo, Pedro José Agudo, autor de diferentes publicaciones, quien profundizó “sobre algunas respuestas dadas por los comisionados a las preguntas del Catastro del Marqués de la Ensenada de Iznatoraf”.
La programación se completó con una mesa redonda, “Patrimonio arquitectónico en extinción: Intervención, conservación, divulgación”. Participó como moderador Manuel López, cronista de Villanueva del Arzobispo, junto con Salvador Martínez, funcionario encargado de los archivos municipal y parroquial; Jorge González, presidente del colectivo de investigadores de Sierra Mágina; Bienvenida Martínez, presidenta de la Asociación de Amigos de la Historia de Villacarrillo, y el arquitecto Pablo Gutiérrez. También se celebraron un certamen de pintura y las actuaciones de la Agrupación Musical Cristo de la Vera-Cruz y el coro parroquial de la Asunción. Hoy hay varias conferencias, con las que termina la primera edición de unas jornadas que el Ayuntamiento pretende consolidar para próximos años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario